“La piña adelgaza, el aguacate engorda, reducir los hidratos mejora la salud, tenemos que ayunar para perder peso…”. Todos hemos escuchado o leído una que otra vez alguna de estas afirmaciones (en parte fiables, en parte no). Y es que, últimamente, gracias a las redes sociales, las revistas y los blogs, recibimos advertencias constantemente sobre nutrición y alimentación sana.
La información sobre la salud está más disponible que nunca, y parece que en todas partes hay expertos que pueden darte consejos sobre cómo comer y desarrollar tus defensas. Sin embargo, debemos tener cuidado, porque aunque es cierto que un buen nutricionista puede hacer exactamente eso, no todo el mundo que habla de comida tiene los conocimientos necesarios para ayudarnos. La nutrición se ha convertido en un tema de conversación en el que cualquiera opina. Por supuesto que hay muchas personas que saben distinguir la quinoa del freekeh pero los nutricionistas van mucho más allá. Son profesionales que estudian los procesos corporales asociados a lo que comemos y, por tanto, son los más indicados para dar consejos personalizados sobre una buena alimentación.
De todos modos, para entender mejor porque nuestras búsquedas de Google no pueden comprarse con la experiencia de un nutricionista, hablamos con los profesionales de nuestra clínica de nutrición.
¿Por qué visitar una clínica de nutrición?
No faltamos a ninguna clase del gimnasio, nos hacemos analíticas una vez al año para asegurarnos de que todo está bien, vamos al oftalmólogo para que nos revise los ojos, incluso sacamos tiempo para ir al fisioterapeuta si nos duele la espalda. Eso sí, probablemente hayamos olvidado incluir en nuestra agenda otra cita muy importante: visitar una clínica de nutrición.
Muchos piensan que no necesitan recurrir a una clínica nutricional porque saben lo que deben comer y solo es cuestión de hacerlo. Entonces ¿por qué no obtienen resultados? La realidad es que, además de que solemos estar bastante equivocados sobre lo que es realmente saludable para nosotros, llevarlo a la práctica no es nada fácil. Igual que el traumatólogo te ayuda a recuperarte después de una lesión, el nutricionista se asegura de que tu cuerpo funcione sin problemas y te ayuda a aplicar lo que sabes (o crees saber) a tu vida real.
Hoy en día, ya no somos observadores pasivos de nuestra salud. Atrás quedaron los días de “tomar dos pastillas y esperar no ponerse malo otra vez”. Ahora debemos acompañar a los profesionales sanitarios en la búsqueda de la salud óptima. Estamos informados y debemos utilizar todas las herramientas que estén a nuestro alcance, y la nutrición es una de ellas.
Nunca ha sido tan importante prestar atención a nuestro sistema inmunitario como ahora, pero ¿puede la dieta subir nuestras defensas? La relación entre lo que comemos y nuestro sistema inmunológico está más que probada. En las personas que sufren desnutrición, el sistema inmune se apaga. En las personas obesas, se vuelve hiperactivo y produce inflamación. Esto significa que lo que debemos hacer es buscar el equilibrio, no se trata de “potenciar” nuestro sistema inmune sino optimizarlo para que funcione correctamente.
Para que lo entendamos, ¿qué es exactamente el sistema inmunitario? Es el sistema de defensa natural del organismo que lucha contra los patógenos (bacterias,virus…) evitando atacar nuestros propios tejidos. Algunos de los factores del sistema están fuera de nuestro control, pero hay otros sobre los que podemos influir. Lo primero que debemos hacer es cuidar nuestra alimentación; una dieta variada, equilibrada y saludable, así como un consumo de probióticos de forma regular contribuyen a un buen funcionamiento de las defensas. Aproximadamente, entre el 70% y el 80% del sistema inmune se encuentra cerca de los intestinos, esto explica porqué es tan importante una buena alimentación. Sin embargo, no es lo único, también debemos hacer ejercicio, dormir y controlar el estrés. Así que, si alguna vez te habías preguntado si tus hábitos podían marcar la diferencia, la respuesta es sí. Cuando estamos estresados, comemos mal o no descansamos nuestras defensas bajan la guardia y voilà, nos ponemos enfermos.
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¿Qué hace nuestra clínica nutricional para ayudar a sus pacientes?
En ITYOS, además del servicio de nutrición, contamos con el test genético para poder personalizar al máximo la dieta. Según un estudio de Harvard, las personas que siguen un plan nutricional basado en su genética tienen un 70% más de éxito que las personas que no. Al fin y al cabo, si no hacemos ninguna prueba, estamos adivinando. Al incorporar el estudio de nuestro mapa genético podemos ayudar a mantener un intestino saludable, aumentar la inmunidad y mejorar los síntomas relacionados con la sensibilidad a los alimentos, desde las migrañas hasta los problemas digestivos.
Ya lo sabes, si quieres mejorar tu salud a largo plazo, lo único que tienes que hacer es empezar a cambiar de hábitos. Pide cita en nuestra clínica de nutrición llamando al 912 906 912, mandando un whatsapp al 646 169 986 o escribiendo a info@clinicaityos.com.
Fdo. Arancha B.