La
calorimetría indirecta es la prueba diagnóstica no invasiva perfecta para conocer el estado de tu
flexibilidad metabólica.
Nos permite medir las calorías que gasta cada cuerpo según sus características y nos proporciona la información necesaria para conocer el gasto energético del paciente. El gasto energético es la cantidad de energía que necesita el cuerpo para mantener su peso y desarrollar las funciones necesarias durante el día.
Gracias a estos datos, sabremos la diferencia entre las calorías que gasta el paciente y las que consume. Si quemamos menos calorías de las que consumimos, esta diferencia se convertirá en grasas y en un aumento de peso. También analizaremos el consumo relativo de grasas y de hidratos de carbono en reposo, en qué frecuencias cardíacas se oxidan más grasas y en qué intervalos de intensidad corremos riesgo de destruir masa muscular.
De este modo, nuestro equipo nutricional podrá establecer una dieta personalizada teniendo en cuenta los resultados de la calorimetría indirecta.
La finalidad de la prueba no es simplemente la pérdida de peso, también puede aplicarse a personas que no están consumiendo lo correcto para su metabolismo y deportistas que quieren mejorar su rendimiento, tanto amateurs como profesionales.
¿Cuándo se utiliza la calorimetría indirecta?
La calorimetría indirecta es considerada como el estándar por excelencia para la medición del gasto energético. Esta contiene la capacidad única de cuantificar el calor producido por el metabolismo aeróbico y anaeróbico, mediante la comparación del intercambio de calor entre el cuerpo y el medio ambiente.
A continuación, ofrecemos cuáles son los casos en los que está indicada una calorimetría indirecta teniendo en cuenta dos factores.
- En cuanto a mejora composición corporal y patologías:
- Tratamiento frente a la obesidad y el sobrepeso.
- Cáncer para mejorar estado mitocondrial y evitar caquexia.
- Fatiga adrenal.
- Procesos inflamatorios de bajo grado.
- Patologías tiroideas clínicas y subclínicas.
- Diabetes tipo 1 y 2.
- Mesetas en la mejora de la composición corporal (masa magra/grasa)
- Pérdida de peso con origen incierto.
- Embarazo y lactancia.
- Crecimiento y desarrollo.
- Sarcopenia en adulto.
- En cuanto a la actividad física y deportiva:
- Adecuación de la composición corporal y eficiencia en status energético.
- Confección de un plan alimentario adecuado al desgaste energético.
- Rehabilitación mitocondrial y flexibilidad metabólica para la utilización de sustratos energéticos dependiendo de la disciplina deportiva.
¿Qué determina la calorimetría indirecta?
La calorimetría indirecta determina el gasto energético en reposo de una persona. En otras palabras, se encarga de informar acerca de las calorías que gasta una persona en su organismo en una situación de reposo. Como consecuencia de este funcionamiento, también orienta sobre el metabolismo basal, para determinar si sus “mitocondrias” que son nuestras pequeñas fábricas de energía son eficientes a la hora de proporcionarnos energía.
Por otro lado, se determina si estas mitocondrias son eficientes, y por lo tanto, todas sus demás funciones también se verían reflejadas indirectamente y estas funciones son entre otras:
- Control celular y mitocondrial. Como se desarrolla una célula hasta que debe morir cuando ya no es eficiente (apoptosis).
- Control de nuestro sistema antioxidante endógeno (nuestras mitocondrias producen ATP, moneda energética, para realizar cualquier tipo de acción corporal (movimiento, procesamiento de información, crear masa muscular…) y ello provoca ROS (especies reactivas de oxígeno). Si la mitocondria no aporta bien la energía esta situación tampoco será la idónea produciendo “estrés oxidativo”.
- Control de sistema “DETOX” Fase I y II para poder eliminar sustancias nocivas de nuestro organismo, ya sean secretadas de forma endógena (estrógenos por ej) o aportadas exógenamente (fármacos).
- Aporte de Calcio a nuestro sistema muscular esquelético.
Requisitos para hacer una calorimetría indirecta
Como ocurre con prácticamente todos los análisis realizados a nivel clínico, para que los resultados de una calorimetría indirecta sean más precisos se deben seguir una serie de pautas que permitan eliminar aquellos factores que alteran el metabolismo.
Por lo tanto, los requisitos a cumplir antes de someterse a un tratamiento de calorimetría indirecta son:
- Concurrir con un ayuno mínimo de seis horas.
- No tomar ningún tipo de medicación el día de antes que no se tome de normal pautado por su médico.
- No hacer ejercicio físico intenso el día anterior ni el mismo día.
- Tomar un pequeño descanso de veinte minutos antes de realizar la prueba para minimizar el estrés y el ritmo cardiaco. Para ello se hace una entrevista previa de toma de datos y des-estrés.
- Durante las últimas 24 horas no haber ingerido bebidas alcohólicas o fármacos fuera de lo habitual.