Los beneficios del ejercicio físico suponen una mejora significativa en la calidad de vida de las personas, tanto a nivel físico (salud cardiovascular) como a nivel psicológico, ya que desarrolla nuestras funciones cognitivas y mejora nuestro bienestar. En este post, mostramos algunos de los más comunes en la actualidad.
En Clínica Ityos queremos que todos nuestros pacientes alcancen un equilibrio perfecto entre el cuerpo y la mente a través de diferentes técnicas y prácticas.
10 beneficios del ejercicio físico
- Mejora de la salud cardiovascular y respiratoria: El ejercicio físico regular puede mejorar la función cardiovascular y respiratoria al aumentar la frecuencia cardíaca y el flujo de sangre, lo que fortalece el corazón y los pulmones.
- Fortalecimiento muscular y aumento de la flexibilidad: Realizar ejercicios de fortalecimiento nos ayuda a ganar masa muscular y conseguir una correcta ergonomía postural, mientras que la realización de estiramientos y ejercicios de flexibilidad nos sirve para mejorar la movilidad articular y la prevención de lesiones.
- Mejora de la salud mental y el bienestar emocional: El ejercicio físico libera endorfinas, que son químicos que mejoran el estado de ánimo, además de aumentar la capacidad cerebral, ya que favorece el desarrollo de conexiones neuronales.
- Control de peso y prevención de enfermedades relacionadas con la obesidad: Al quemar calorías y aumentar la masa muscular, el ejercicio físico puede ayudar a controlar el peso y prevenir enfermedades cardiovasculares relacionadas con la obesidad como la diabetes.
- Mejora de la calidad del sueño: El ejercicio físico regular puede mejorar la calidad del sueño al reducir la frecuencia y la duración de los despertares nocturnos y aumentar la sensación de descanso y renovación.
- Aumento de la resistencia y la energía: El ejercicio físico regular aumenta la resistencia y la energía, ya que desarrolla la capacidad muscular y el sistema cardiovascular para realizar actividades físicas con menos fatiga.
- Prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y la enfermedad cardiovascular: Al mantener un peso saludable y controlar otros factores de riesgo como la presión arterial y el colesterol, el ejercicio físico puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como la diabetes.
- Mejora del equilibrio y la coordinación: Realizar actividad física promueve el desarrollo de estas cualidades físicas, como el equilibrio y la coordinación, que nos ayuda ante la prevención de lesiones tanto en deportes, como en las actividades básicas de la vida diaria.
- Reducción del estrés y la ansiedad: El ejercicio físico puede ayudar a disminuir el estrés y la ansiedad, puesto que produce la liberación de neurotransmisores que modera la respuesta neuronal del cerebro frente al estrés, y a su vez, favoreciendo un estado de serenidad.
- Mejora de la autoestima y la confianza en uno mismo: Al lograr metas y mejorar la apariencia física, el ejercicio físico puede aumentar la autoestima y la confianza en uno mismo, lo que puede tener un impacto positivo en todas las áreas de la vida. Además, al sentirse físicamente capaz y saludable, las personas pueden tener una mayor seguridad en sí mismas y en sus capacidades de alcanzar metas.
¿Cómo empezar a practicar ejercicio físico?
Todas las personas queremos disfrutar de estos beneficios, sin embargo, no todos tenemos la fuerza de voluntad y entereza para empezar a llevarlo a cabo. A continuación, te ofrecemos algunos consejos que pueden ayudarte a conseguir esa motivación que necesitas en tu día a día:
- Establece tus objetivos a corto y largo plazo: Define claramente tus objetivos a corto y largo plazo, ya sea mejorar la salud cardiovascular, perder peso o aumentar la movilidad o flexibilidad de tus tejidos.
- Consulta a un profesional: Consulta a un médico deportivo o un entrenador personal/rehabilitador para obtener una evaluación de tu condición física y recibir recomendaciones personalizadas.
- Crea un plan: Elige una variedad de ejercicios que te gusten y que se ajusten a tus objetivos. Crea un horario de ejercicio que sea realista y sostenible.
- Comienza gradualmente: Si no has estado activo por un tiempo, comienza con sesiones cortas de ejercicio y aumenta gradualmente la intensidad y la duración.
- Mantén un registro: Mantén un registro de tu progreso para motivarte y evaluar tus objetivos.
- Haz un seguimiento: Haz un seguimiento de tu progreso y ajusta tu plan de ejercicios en función de tus necesidades y objetivos.
- Encuentra un compañero: Practicar ejercicio con un amigo o un compañero de entrenamiento puede ser más motivador y divertido, o por supuesto un profesional como los fisioterapeutas/entrenadores de los que disponemos en nuestra clínica ITYOS.
- No te desanimes: Si tienes un día sin ganas de hacer ejercicio, no te rindas. Mantén la perspectiva a largo plazo y vuelve a tu rutina de ejercicio lo antes posible.